“Un elemento diferenciador en la portada del Palau lo constituyen los capiteles individualizados, que no forman un friso corrido como es habitual en otras muchas portadas de esta época. Los capiteles en número de seis por lado, a su vez, albergan cada uno dos escenas que en origen se separaban por una columnilla, actualmente casi inexistentes por el deterioro de la piedra. Narran elocuentemente varias escenas del Génesis y Éxodo, desde la creación del mundo y sus elementos, pasando por la creación de Adán y Eva, su estancia en el Paraíso, la Expulsión, las historias de Caín y Abel, y pasajes de la vida de Noé, Abraham y Moisés. Las figuras dispuestas en profundo altorrelieve destacan contra un fondo de entrelazos romboidales, cuadrícula a modo de calado bordado que podemos advertir, por ejemplo, como fondo de encaje en algunas de las escenas de relieve del sepulcro de Fray Andrés de Albalat. Una similar labor de filigrana se advierte en el dosel arquitectónico que enmarca los capiteles, con tímpanos coronados de almenas y adorno de bolas y perlas. Esta finura decorativa es perceptible en otras partes de la portada, en particular en los intercolumnios. Lejos de ser un lugar inerte, se aprovechan para introducir una decoración de entrelazo vegetal que surge de las bocas de leviatanes situados a la altura de los capiteles”.
[Joaquín Bérchez y Mercedes Gómez-Ferrer, “Traer a la memoria”, Traer a la memoria. La época de Jaume I en Valencia, Valencia, 2008]