“Hay en esta portada variedad de arquivoltas, con afiladas cabezas de clavo, en zigzags de puntiagudos triángulos, polilobuladas con arquillos en herradura decorados con roleos vegetales y cintas perladas tallados con exquisitez eboraria. Agrupadas en hondos planos retranqueados, como si procurasen un absorbente flujo hacia el interior del templo, se interponen entre estas arquivoltas baquetones curvos de caña cilíndrica. Ya en horas soleadas o en la umbría, admiramos el meditado tránsito de penumbras y luces que discurre por sus perfiles. Nada más alejado del amalgamiento ornamental, casi arborescente, de otras portadas. Especial significación adquiere la arquivolta inferior, dovelada, con sucesión de ángeles con alas y vestiduras talares y querubines con dobles alas, encajados en doseles arquitectónicos con edificios almenados y fondos de entrelazos romboidales como en los capiteles. Es probable que este despliegue angelical a la entrada del templo pudo ser contemplado, si no en su tiempo, si en una época moderna, inmerso en una retórica salomonista”.

[Joaquín Bérchez y Mercedes Gómez-Ferrer, “Traer a la memoria”, Traer a la memoria. La época de Jaume I en Valencia, Valencia, 2008]

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