«No se menosprecia la presencia humana, y de hecho sabemos que Bérchez coloca en ocasiones modelos en algunos lugares: parecen visitantes casuales, pero están ahí para dar escala y para poblar lo que fue hecho (y lo que es fotografiado) para vivir y para disfrutar.»
[Juan Antonio Ramírez, “Joaquín Bérchez y la poética de la oblicuidad”, Tolsá. Joaquín Bérchez–Fotografías, Valencia, 2008]