“El poder del fragmento y su elocuencia los experimenté en fotos que sorprendían por su arbitrariedad y a la vez impredecible modernidad compositiva. ‘La intimidad del ángulo’, una en apariencia extravagante voluta poligonal de la fachada del monasterio alto de San Juan de la Peña (Huesca), no hacía sino poner ante nuestros ojos, desprovisto de elementos accesorios, uno de los axiomas de la geometría oblicua y rectilínea del tratadista Caramuel aplicada al prolijo diseño de la espiral, máximas que cristalizaron de un modo silente en numerosos monumentos de nuestro barroco hispánico y al que la historiografía de la arquitectura española había prestado escasa atención. Creedme si os confieso que de haber escrito un artículo especializado sobre este mismo detalle, su conocimiento y a la vez disfrute, habría quedado circunscrito a un grupo restringido de especialistas, y para mi sorpresa esta foto fue elegida para portadas de revistas de arquitectura y carteles de mis exposiciones. Sin duda, el poder del detalle, como ha recordado recientemente Miguel Falomir, es un generador de sorpresas, de descubrimientos insospechados, por lo general imperceptible a nuestra mirada apremiante e intranquila, y en estas fotografías de fragmentos intuí esa emoción que ya en los albores de la fotografía fascinaba a personalidades de la entidad de John Ruskin ante los primeros daguerrotipos de los palacios venecianos, sorprendido por la nitidez y belleza ‘inigualable’ de las grietas de sus enlucidos, percibidos de un modo premonitorio antes por el objetivo que por el ojo.”

[Joaquín Bérchez, “Fotografiar la arquitectura histórica”, IV Jornada de Arquitectura y Fotografía, ed. Iñaki Bergera, Zaragoza, 2015]

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