“Como en los bodegones de Sánchez Cotán, Chardin o Cézanne, en las fotografías de Bérchez la geometría suministra las líneas de fuerza de la composición, convirtiendo una plaza lisboeta en una enorme naturaleza muerta donde estatuas, autobuses, fachadas y tejados se disponen geométricamente en planos sucesivos. Y como en un bodegón, la luz ordena la composición y guía la mirada del espectador, invitándole a fijar aquí y allá su atención y ayudándole a transitar entre semejante cúmulo de formas”.

[Miguel Falomir, “Joaquín Bérchez, “che a veduto assai”, Arquitectura, placer de la mirada, 2009]

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