“Quizás una vista que resuma su estética es la de un enorme talud cortado a pique en una montaña en donde hay el final de un viaducto que penetra en un túnel. La línea oblicua del puente y el arco oscuro de la galería que horada la imponente pared de horizontales estratos geológicos hacen que ante su imagen pensemos en el esfuerzo titánico de quienes llevaron a cabo esta obra de ingeniería. Al espectador lo mismo que al viajero esta imagen que tiene mucho de realidad y mucho de onírico le produce un asombro en el que se entremezclan la admiración por el arte de construir y la emoción de lo sublime.”

[Antonio Bonet Correa, “Memoria y deleite estético en las fotografías de Joaquín Bérchez”, Proposiciones arquitectónicas, Valencia, 2006]

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