“Lo analizado respecto al motivo palladiano en Illescas podemos seguirlo con una extremada facilidad en el personal consumo del capitel jónico de volutas angulares que el Greco patrimonializó con un moderno modo de obrar ajeno al endogámico clasicismo de la Antigüedad, con una actitud moderna frente al congelado y repetitivo antiguo. Este capitel jónico con sus volutas derramadas hasta el collarino, jónico-dórico para algunos autores, de ángulo a secas para otros, surge de manera temprana —1595— en el cuerpo principal conservado del Tabernáculo del Hospital Tavera y sugiere una sobria y despojada réplica del conocido capitel “alla michelangiolesca”, que Miguel Ángel ideó para el Palazzo dei Conservatori del Campidoglio romano, o dispuso en los huecos menores del ábside de San Pietro Vaticano, de porvenir tan generoso en la arquitectura moderna de los siglos XVI al XVIII. Lo volvió a usar con leves variantes y atildado detallismo, en los retablos laterales de Illescas (1603), en el del Colegio de San Bernardino (1603) o, como hemos visto, pintado, con énfasis protagonista y, añadiríamos, autobiográfico, en el lienzo de la Expulsión de la parroquia de San Ginés (1603 en adelante) de Madrid”.

[Joaquín Bérchez, “Algo más que retablos: El Greco y sus enigmas arquitectónicos”, El Greco Architeto de retablos. Joaquín Bérchez Fotografías, Valencia, 2014]

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